En el Bronx, una de las personas que también me enseñó fue el profe “Suave” un profesor ya llevado por el consumo de “bazuco”. Recuerdo que siempre me ayudaba con las tareas del colegio, en especial matemáticas, aunque nunca las aprendí bien; el profe “Suave” fue un buen amigo hasta el final del Bronx.
