Capítulo VII – Diciembre en el Bronx.

Tenía unos nueve o diez años, cada vez era más consciente de mi entorno y tristemente veía como se deterioraba el lugar al igual que las personas. Durante las vacaciones de diciembre y a pesar de las problemáticas del barrio, se pasaba muy bien; la música, las luces, la algarabía me producían un gran gozo y me dejaba contagiar de la fiesta.

Yo creía que mi abuela era ignorante por su falta de educación, pero realmente era una mujer muy inteligente ya que al verme vulnerable al riesgo de cargar un costal de mala vida como muchos lo llevaban en esa calle, decidió ese mismo diciembre, llevarme a un popular taller de arte que nació por un proyecto de innovación social, ubicado en el “Voto Nacional”

Ilustración Meyerman 2020
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