Durante un concurso de arte en que me inscribió el profe John, me gané doscientos mil pesos, un montón de dinero para la edad y la época. Todo empezó en el “Centro comercial Sabana Plaza”, miembros de la alcaldía organizaron el evento.
Al llegar lo primero que veo son los caballetes y los demás concursantes, la mayoría más grandes que yo. Mi dibujo consistía en un joven bien vestido reflejándose en el Obelisco de los Mártires, la imagen de su reflejo lo mostraba en peores condiciones. No lo podía creer cuando anunciaron que mi dibujo fue el ganador en mi categoría.



