Nuevamente me vi obligado a conseguir un trabajo formal, esta vez en una empacadora de jugos de la localidad de los Mártires. Durante este tiempo decidí irme a vivir solo, fue una nueva experiencia y aunque me sentía muy tranquilo en mi espacio, siempre extrañaba los cuidados de mi abuela y las comodidades de mi hogar.
Claro que el motivo principal de trabajar nuevamente de manera formal era ahorrar suficiente dinero para viajar a España, buscar nuevos rumbos y mejores oportunidades para ejercer mis talentos. Pero todo se vio truncado debido a la pandemia que produjo el “COVID 19”; perdí el trabajo y lo que había alcanzado a ahorrar, lo utilicé para mi sustento durante la cuarentena. De todas formas, la desmotivación no hace parte de mi repertorio, esto es solo un sueño aplazado.
